El sondeo que afirma que uno de cada seis jóvenes es un hacker, se ha hecho en dos sitios tan cosmopolitas como Londres y Nueva York.
Una vez aclarado esto, vayamos a los números. Cuando se ponen a saltarse controles de seguridad, los jóvenes prefieren hacerlo con Facebook o las cuentas de correo de sus amigos. Así que ese 70 por ciento de los encuestados que dijo haber sufrido ataques en su correo electrónico deberían mirar mal a sus amigos un par de días, sólo por si acaso.
Cada día tenemos una sociedad más igualitaria, así que podemos "celebrar" un 29 por ciento de chicas entre los jóvenes piratas. En total, hablamos de un 16 por ciento de chicos y chicas que lo ha intentado en EEUU y un 26 por ciento en Reino Unido. Sus motivos son diversión, curiosidad, causar alguna clase de problema y, en menor medida (el siete por ciento de los hackers encuestados en Nueva York), por dinero.
Un factor que puede influir en que las cifras sean relativamente altas es que en Nueva York, sólo el 15 por dijo que les han pillado o conocen a alguien a quien le pillaron, frente al 27 por ciento británico.
Sin embargo, en torno al 70 por ciento de los jóvenes neoyorquinos creen que los piratas deberían estar considerados como delincuentes y ser perseguidos por la ley, algo que sólo compartía poco más de la mitad (el 53 por ciento) de los adolescentes londinenses.
Las conclusiones de la empresa de software Tuffin Software techonologies, que hizo el estudio, advierten que "si chicos aburridos o curiosos tuvieron este éxito en la piratería, imagínese lo que puede lograr un delincuente motivado". Pero claro, eso suponiendo que el delincuente tenga la misma habilidad que el adolescente.
